A veces conoces a alguien y muy pronto se crea una sintonía, una especie de buena química que sabes a ciencia cierta que estás dando con buena gente... Eso me sucedió el día que conocí a Cristina, a pesar de las prisas por cuestiones de trabajo me di cuenta por su forma de ser y de hablar que habia dado con otra pareja genial... Nos tomamos un café y le enseñé mis trabajos como hago siempre, pero hubo esa comodidad que se da cuando parece que ya conoces a alguien...
Poco después me contrataron como su fotógrafo de boda y me pidieron si podiamos hacer la preboda pronto porque querían utilizar las fotos para su invitación de boda, cosa que me parece genial, ya que a parte de que la preboda nos de esa confianza y comodidad que como vereis en otro post sucedió el día de la boda, se pueden aprovechar las fotos para hacer unas invitaciones de boda totalmente personalizadas y únicas.
Pues bien, la sesión tenia que ser en Febrero, así que se me ocurrió aprovechar los almendros en flor... Ese día tuvimos una sesión muy completa. Nos fuimos a la montaña de Arafo y entre pinos empezamos las fotos, primero ellos dos solos y después con su mascota... si en algún momento Cristina estaba tensa ante la cámara, fué posar con su perrito y su cara le cambió por completo y se relajó totalmente... como me gusta la gente que ama a sus mascotas y los considera un miembro más de su familia.
Fran estuvo muy suelto toda la sesión, la verdad es que forman una bonita pareja, y para terminar fuimos en buscar de algún almendro que aún conservara sus flores y entre ellas terminamos la preboda.
Gracias a los dos por una sesión tan especial!!!